martes, 7 de mayo de 2013

Microcomunidades: Estrategia Pedagógica




Se entiende por microcomunidades la estructura pedagógica, basada en el trabajo personalizado desde pequeños grupos, mediante la cual se brinda al alumno una formación integral, fundamentada en la libertad, la responsabilidad, el respeto por los derechos humanos, el espíritu de tolerancia, la solidaridad, las buenas relaciones, el trabajo en equipo, la participación, la autonomía y la conciencia crítica.  Se tiene como elementos fundamentales para alcanzar esta autoformación asumir las responsabilidades compartidas, la evaluación constante de la microcomunidad y la autoevaluación personal, el uso del lenguaje cooperativo y corporativo y la asunción de responsabilidades y deberes.

Las microcomunidades ayudan a formar al alumno en un espíritu de superación y esfuerzo que le impulsan a afrontar la vida con seguridad y confianza, preparándoles para una vida en sociedad, donde priman sus deberes familiares y sus obligaciones como ciudadano. 

Por medio de esta estructura pedagógica, se compromete al alumno y a su familia en un proceso de formación integral, donde se cubren los aspectos físico, psíquico, espiritual; social, afectivo, ético, cívico, moral y demás valores humanos, donde cada estudiante marca el ritmo de su propio proceso formativo.

El sistema de microcomunidades involucra también a la familia en el proceso formativo de sus hijos, permitiéndole formar parte de la asociación de padres de familia y en la escuela de padres, en la cual reciben la formación, orientación y capacitación que les ayude a formar adecuadamente a sus hijos y contribuir así, en el proceso de formación integral de los mismos, proporcionándoles en el hogar un ambiente adecuado para su pleno desarrollo integral.

Toda microcomunidad asegura el ejercicio responsable de una faceta de la formación integral, en la que cada alumno se compromete a asumirla y a vivirla, para poder contribuir después en la formación, mediante la exigencia responsable a sus compañeros.

En la medida en que se crece comunitariamente, las microcomunidades ayudan a crecer también en el campo individual mediante la consecución de objetivos que facilitan superar aquellas dificultades que impiden una auténtica convivencia social y una verdadera realización personal.

Para el desarrollo de este modelo pedagógico, se necesita de la colaboración y entrega desinteresada, así como de la participación activa del alumno, del educador y de los padres de familia.

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